sábado, junio 30, 2007

Se rayó digo yo, carajo.

Veo como la dislexia de ese hombre a los cartones acastillaba. Entonces formaba un febrero de sol, pero el sol podía ser de febrero o febrero del sol, aún no lo sabremos, porque el diselxiaba la dislexia, la redundante redundancia era entonces su modo de pronunciar: Vamos a jugar un juego, voy a subir arriba, vienen venideros señores. Y así, el señor formaba formas de poesías.

“Embriagado el sol,
de borrachas luces,
en latidos esquizofrénia de nombres,
nombraba conjuntos de muertos corazones,
entonces dejaba embriagado al sol,
sol que sombra,
sombra que nombre,
en alcoholizada esquizofrénia de corazones”

Y así, y así, se iba haciendo su discurso.

Un día se preguntó si no era un tartamudo original, un tartamudo sinonimonimal.
“Estoy embriagado / alcoholizado / borracho (hip hip hip)” pero más bien decidió que se había tragado un tocadiscos viejo que rayaba la dialéctica (palabra, discurso).
¿Qué pasaba si el tocadiscos dejaba de andar? O por motus propio se revelaba y tocaba “As time goes by”. Saberse no se sabía hasta que un día se enojó y se oyó una explosión por dentro.
¡Ka puffffff! Hizo el señor.

Y cuando el médico le preguntó que pasó el dijo:
El disco se rayo yo yo yo yo yo yo.

Le diagnosticaron “Trastorno narcisista de la personalidad”.

Bah, al fin y al cabo nadie entendió nada.

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