viernes, mayo 18, 2007

En 4 si-la-bas

En cuatro silabas porque si lavás son 3. Lavando la frase, en un trío de sílabas. Ponele, pongamos, la pone la sílaba y después las otras dos, ni imaginar!
Porque es así... wordfilia, worLdfilia, la parafilia mundial, el fetiche de la escritura. Tu escrito me conjura, me así, alucina... alucina la canción, es una alucinación.
A-lu-ci-na-ción.
Nooooo se fueron al caraaaaaajooooo!!!
Quinteto.
Pla.
Eso ya es fiesta negra.
¿Y si la hacemos roja? En vez de quinteto comunista (que bien podría ser un tango) quinteto indispuesto. Todo de minitas. Un cotorrerio.
Ai no! Las uñas! Ai! Ahí! Ai! Qué me duele! Más fuerte! No. PARA! Sí! Dale! Pero no! AH! A... a? AH! SI! AH! AHI! Aaaaaaaaiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii... las uñas.
A mi no me gusta cortarme las uñas, un mal gusto de la estética de la manicuirie. Y también me gusta, me encanta (todo eso me encanta! perdón, es que esto de los mensajes subliminales de Mc Donalds queda cuando ves a esa minita que te encanta, eso sí, no la pensas como hamburguesa sino como darle duro y parejo al poster de Av la Plata y Rivadavia).
¿Dónde me quedé?
Sí.
Me encanta ese dolorcito de las uñas, como rasqueteándote adentro, buscando y se empapan con...
lluvia!
Llueve.
No.
No llueve.
Pero era para cortar el texto pornográfico.
¿Es pornográfico?
Porno de phornos, del latin phornear. Gráfico de imagen. Claro, la imaginación causa imagenes y acá te imaginaste a la minita de mc donalds...
Pero si te comes la hamburguesa todo mal eeh, mira que este blog es anticapitalista ehhh, mira que todo mal ehhh...
Vislumbré, leé, imaginá... una empanada gallega.
P.S: Todo empanadas no! Dobla, a la esquina, ahí, esa, sí, la casa de empanada de barrio! Eso!
Gracias.
Dos puntos
..
A usted.
Ayer me entró la melancolía.
-Hola melancolía! Tenga el agrado de pasar -le dije.
Y pasó.
Como pasó ya ni me acuerdo que me dijo, porque pensaba en otra cosa.

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